Del Tombstone al Deal Toy

Hace más de 15 años, cuando los despachos de los financieros, banqueros y notarios se llenaban con rectangulares bloques de metacrilato en cuyo interior se mostraba impreso en una cartulina el resumen de sus éxitos económicos… empezamos a diseñar y fabricar lo que en el sector se conoce como “Tombstone”.

Tombstone en inglés es lápida y no se podía haber elegido mejor término para definir el producto. Colocados uno tras otro en tan serias estanterías evocan imágenes de las eternas praderas del cementerio de Arlinton.

Se trataba de dejar plasmado a modo de recordatorio los principales datos del cierre, haciendo mención a los diferentes agentes. Operaciones gestadas a lo largo de mucho tiempo y tras arduas negociaciones.

El modelo de tombstone inicial no aportaba más creatividad que la de ordenar de forma correcta toda la información en una cartulina de tamaño entre el A5 y A6.

El producto desde entonces ha ido evolucionando y los dos principales motores han sido tanto el desarrollo tecnológico de nuevas técnicas de corte e impresión como la exigencia por parte de nuestro cliente para sorprender cada vez más al suyo.

Hace 10 años la única forma se impresión sobre soportes rígidos era la serigrafía, técnica que encarece y limita mucho el resultado final. La serigrafía no permite el degradado y se basa en la separación de colores con lo que el coste puede ser elevado si los colores son muchos.
En la actualidad contamos con impresoras capaces de imprimir sobre cualquier soporte rígido y sin limitación de grosor.

Las máquinas de corte láser nos han permitido perfectos cortes en metacrilatos de hasta 40mm de espesor y la posibilidad de grabados de textos en la superficie.

Además, contamos con técnicas de oclusión de objetos en resina, impresiones 3d en filamento o resina, grabados láser en 3d en el interior de piezas de cristal… y la posibilidad de muchos nuevos materiales, maderas, poliester, laminados, metales etc etc.

Por otro lado, los códigos deontológicos implantados en la mayoría de las empresas en los que no se permite la aceptación de regalos o atenciones que superen determinado importe, ha hecho que la entrega de este tipo de objeto sea una buena forma de agradecimiento de los asesores y consultores a sus clientes al cierre de la operación.

Ya tenemos pues las dos razones que a mi juicio han hecho que el clásico tombstone haya evolucionado hasta lo que hoy se conoce como Deal Toy.

Se trata de captar en nuestros diseños lo que el cliente quiere transmitir. El diseño puede estar basado en unos casos en el objeto de la transacción, otras veces en el nombre de la operación y otras en la imagen corporativa del principal actor.  No hay límite para la creación, no hay límite para sorprender, estamos en un momento en el que lo primordial es el valor de la Idea.

Y básicamente a esto es a lo que nos dedicamos en Láureo Design, aprovechando la experiencia de más de 15 años, intentando estar siempre atentos a las últimas tecnologías, contando con los mejores talleres y aplicando toda nuestra creatividad para que cada día los tombstones sean menos Tombstones y más Deal Toys.

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